Etiqueta básica para video conferencias.

Llevamos casi tres meses sufriendo las limitaciones del estado de alarma, y aunque parece que en algunos aspectos se van relajando, hay cosas que han venido para quedarse, como las reuniones de mucha gente en vídeo conferencia. Es un nuevo medio, y para un nuevo medio, necesitamos nuevas normas de comportamiento.
Has leído posts sobre cómo colocar la cámara, resultar más profesional, editar el fondo con filtros, elegir la plataforma perfecta… Olvídalo todo. Aquí te vamos a enseñar como no resultar odioso. Nada más. Y nada menos. Más que una lista de consejos, una filosofía de vida.

1. Baja el volumen. ¡Sí, puedes bajar el volumen al que te hablan y esto puede ser beneficioso para todos! De hecho, hará que tú no tengas necesidad de gritar y el tono general de la reunión será mucho más agradable.
2. Ponte auriculares. Sí. Si puedes, hazlo. Eliminas el sonido de tu teléfono o PC al reproducir la conversación para ti. Eso reduce el nivel general de ruido y posiblemente el de estrés.
3. Mantén tu micrófono apagado cuando no estés hablando. Eliminarás ruidos de fondo y te estarás dando una oportunidad más de reflexionar antes de intervenir en la conversación (ver punto 5)
4. Aprende a escuchar. Es cierto, gran parte de lo que escuchas carece de interés. ¡Pero muy posiblemente, lo que digas tú, tampoco lo tenga!
5. Puedes pensar lo que vas a decir. Puedes incluso hacer consultas en Google antes de decirlo. Todos tenemos muchas ganas de hablar últimamente… ¿Pero estás seguro de que vas a aportar algo de interés? Si no es así… ¡Contención!
6. No interrumpas. Levanta la mano y pon cara de póker, o de pena. Ambas funcionan. Te irán viendo y se creará un silencio para tu entrada triunfal. Revisa el punto 5 antes de intervenir.
7. Que no se te note. Hazlo, pero que no se note que mantienes conversaciones paralelas con tus amigos o estás leyendo el periódico. Tus vídeo compañeros pueden, con razón, interpretarlo como una falta de respeto.

Si todos aplicamos estas normas en la medida de lo posible, podemos convertir la vídeo conferencia en un medio más productivo, eficiente y agradable. Y muchas de ellas las podemos llevar a las reuniones físicas, ¡lo aprendido en el mundo virtual, puede mejorar el mundo real!