FUTURE UTILITY 2023: maximiza el valor de tu empresa

Hace unos años parecía imposible lograr automatizar el cobro de una factura de energía, o conseguir tener en la mano el control de tu consumo. El pasado era sin duda, una simplificación de lo que hoy en día podemos definir como las complicaciones de la actualidad.

Entre los cambios más destacados, podemos mencionar:

1. Implementación de nuevas metodologías: los procesos establecidos se ven modificados, ya que la gestión de un recibo, un problema o el pago de este, puede solucionarse de diversas maneras. Actualmente el pago ya no solo se realiza en caja, donde una persona recibe el dinero y sella el recibo para justificar su pago. Aquellos días coleccionando los miles de recibos en casa se terminaron, dejando paso a un cargo automático que sustituyó el proceso.
2. Automatización: este punto es clave en todos los procesos de una compañía. Estar en todo momento en contacto con el cliente es, sin duda, una de las mejores estrategias que puede establecer una empresa para obtener buenos resultados en atención al cliente. Muchos usuarios poseen el mismo problema, por lo que este proceso se puede automatizar ahorrando el tiempo de tus trabajadores y proporcionando a tus clientes una personalización de tus servicios en función de sus datos.
3. Cambios en las estrategias de negocio: la visión principal de la compañía cambia, ya no es solo posicionarse como una empresa referente del sector, ahora también es importante establecer pautas que lleven a la empresa a ser referente en las actualizaciones tecnológicas que puede ofrecer (el desarrollo de una nueva aplicación, la automatización del proceso para la resolución de incidencias, acortar los tiempos de respuesta al cliente, mejorar constantemente la tecnología con la que cuenta la empresa…).
4. Resolución más eficaz de incidencias: los problemas en este sector pueden convertirse en el punto de caída para cualquier empresa. Por lo que los sistemas de respuesta y el tiempo en solucionarlo son clave. Si el cliente presenta un problema, la empresa debe resolverlo a la mayor brevedad posible. Sin embargo, esto puede llegar a ser contraproducente, ya que puede que los procesos estén automatizados para dar una respuesta instantánea y genérica, pero no logran resolver el problema concreto que el cliente presenta, dando así un resultado negativo que puede convertirse en una reclamación. De este modo, es primordial mantener un sistema tecnológico actualizado que asegure una atención personalizada e inmediata para resolver incidencias concretas.