Cuando Facebook lazó la bomba del Metaverso el año pasado, sonaba a cortina de humo, teniendo en cuenta los problemas legales y de imagen que estaba sufriendo la compañía en ese momento, con una ex empleada de la compañía mostrando blanco sobre negro sus prácticas dudosas frente al Senado de Estados Unidos. Fuese o no una cortina de humo, apenas unos meses después el Metaverso es una realidad para muchas personas. Especialmente para aquellos que están preparando a toda velocidad entornos virtuales que puedan responder a esa propuesta.
El pasado febrero, conocimos incluso el primer Chief Metaverse Officer, Yaiza Rubio, de Telefónica. Por supuesto, esta tendencia ha llegado ya, también, al sector bancario. El mismo mes de febrero, JPMorgan dio el salto al Metaverso, abriendo una sala virtual en Decentraland, una plataforma de realidad virtual basada en Blockchain. JPMorgan considera que este segmento puede generar beneficios de un billón de dólares en pocos años.
Citi va incluso un poco más allá, calculando entre 8 y 13 billones de dólares para 2030. Eso sí, en su informe señala que hará falta hacer grandes inversiones en infraestructuras para que pueda tener una amplia implantación en el mercado.
HSBC, por su parte, anunció en marzo su entrada en el metaverso a través de The Sandbox, basado en la red Blockchain de Ethereum. En abril dio un paso más, lanzando un fondo de inversión en el Metaverso para clientes asiáticos.
Jefferies, la firma neoyorquina de servicios financieros, considera que el Metaverso “tiene el potencial de cambiar casi todo en la vida humana”, aunque cree que pasará al menos una década hasta que exista un Mataverso único, al estilo de Internet.
Si miramos más cerca de casa, Banco Santander y BBVA han invertido de forma indirecta en el Metaverso. Metrovacesa (de la que ambos bancos son sus principales accionistas) ha llegado a un acuerdo con Datacasas para comercializar propiedades físicas a través del Metaverso de Decentraland. Más allá de este detalle, Ángeles Gonzalo, de CincoDías, comenta que BBVA, Santander y Caixabank ya están haciendo sus pruebas.
A día de hoy, el Metaverso tiene más de entelequia que otra cosa, pero esconde un potencial comercial futuro que no se le escapa a nadie y mucho menos a las entidades financieras. Blanca Pons y Luis Martín han hecho un buen resumen de los intereses de la banca en el Metaverso en su artículo para CincoDías.
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